Las organizaciones del futuro tanto públicas como privadas, necesitarán de profesionales que incorporen los valores éticos como herramientas naturales para la toma de decisiones. Trabajar desde hoy para formar a las personas que velen por el cumplimiento, quien o quienes aporten valores humanos a las decisiones tanto públicas como privadas es una necesidad fundamental, puesto que la supervivencia de sociedades justas solo se garantizan si su accionar nace de la democracia, sujeta a norma, respetando los derechos constitucionales de la ciudadanía y aplicando las sanciones que correspondan por ley.